lunes, 2 de marzo de 2009

RECORDANDO A HORACIO



Por César Robles Ascurra

El 7 de marzo se conmemorarán 25 años de la partida de uno de los dirigentes más queridos del magisterio y del pueblo: Horacio Zeballos Gámez, fundador y primer secretario general del SUTEP.
Nacido en 1942, en el distrito de Carumas, provincia Mariscal Nieto, región Moquegua, Horacio fue un líder multifacético que, entre otras virtudes, supo combinar su accionar político con su devoción por la poesía.
En el plano político-sindical su figura destaca por haberle dotado a los maestros de un poderosísimo instrumento gremial para la defensa de la Educación y de sus derechos magisteriales: el SUTEP. Asimismo, en su eficiente obra como diputado nacional por la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR), en la década de los 80, en que fusionó política y ética.
Olvidado por la izquierda peruana, y reducido a una iconografía magisterial, el aporte intelectual, poético, sindical y político de Horacio Zeballos a la brega por un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo está pendiente de ser reivindicado en su real dimensión.
Militante comunista, fue ganado, en 1973, a las filas del partido Patria Roja, con el seudónimo Amaru, luego del congreso fundacional del SUTEP, en el Cusco, en 1972, cuando disputaba la Secretaría General con Arturo Sánchez Vicente, representante de Patria Roja en esa memorable jornada: ¡paradojas de la vida!
En su libro Maestra vida, Guillermo Thorndike recuerda: “Como se esperaba, dos propuestas se enfrentaron: Arturo Sánchez Vicente por el COMUL y Horacio Zeballos Gámez con el resto. En la primera votación acabaron empatados. Sánchez Vicente había votado por Horacio Zeballos, que a su vez dio el voto a Sánchez Vicente. La segunda votación conducía al mismo resultado y faltaban los votos de los candidatos a secretarios generales.
-Voto por Horacio Zeballos, se oyó a Sánchez Vicente. Se oyeron aplausos.
-Voto por Horacio Zeballos, dijo Zeballos.
Con esta histórica -y anecdótica votación-, se dio nacimiento al SUTEP, la creación heroica de Horacio y el magisterio.
Pero no sólo la lucha política y la conducción magisterial fueron su pasión. Las letras siempre lo atraparon. Integrante activo de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA) de Arequipa, su devoción por la poesía lo llevó a cultivar amistades en las diversas tiendas y posiciones políticas.
Richard Webb -impensable de afinidad ideológica-, evoca, en un artículo publicado el 17 de marzo de 2008 en estas mismas páginas, la relación que entabló con Horacio a raíz de sus inquietudes poéticas y literarias, las mismas que lo acompañaron en su desempeño como diputado nacional.
Uno de sus libros más recordados es Alegrías de la prisión, un conjunto de 30 poemas que fueron escritos en su condición de prisionero de la dictadura de Morales Bermúdez, en los que dejó nítidamente claro su irrenunciable compromiso con el pueblo y los maestros, con la madre y la familia, con la mujer y el amor.
Un paro cardiaco por ‘coma hiperglucémico’ se llevó tempranamente la vida de Horacio. Sus exequias fueron una multitudinaria adhesión a su fecunda obra de maestro ejemplar y líder popular y social.
Por esta razón, el Congreso de la República, en acuerdo multipartidario, le rendirá los honores y los reconocimientos que su señera figura y trascendente obra ameritan.

Periodista
"Corazón de Piedra", una hermosa melodía en la voz de Milder Oré dedicada para una hermosa amiga y compañera LAS.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLITAS CESAR, EXCELL TU BLOG, HABER SI NOS ESCRIBES ALGO SOBRE EL CONSUMISMO Y ESOS ROLLOS, TEMA INTERESANTE PARA DEBATIR CON LA GENTE DE NUESTRA UNIVERSIDAD.