Susana: tus errores
Por César Robles (*)
Han pasado 6 meses desde que Susana Villarán y Fuerza Social asumieron la dirección de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), y a pesar de este breve tiempo, la percepción general es que la alcaldesa y su administración no hacen obra, que sólo se dedican a actos pomposos y protocolares, y, lo más grave, que la izquierda es un fracaso en la gestión pública.
Esta visión de la gente, deliberadamente generada por varios medios de comunicación, y acompañada por la actitud cómplice de algunos personajes como el cardenal Cipriani o el ex alcalde Castañeda, son también, en gran parte, producto de los errores de Susana y su entorno. Y lo más grave es que, con ello, dan motivos para se melle la confianza en la izquierda, ya que desde esta opción se ganó las elecciones municipales de octubre de 2010.
Pero no es así. Primero, porque la izquierda no gobierna ni administra la MML. La confluencia de partidos y movimientos que llevó a la victoria municipal a Fuerza Social y Susana Villarán se rompió rápidamente, sin haber asumido el mando de la institución edil. Esa debilidad institucional y orgánica ha permitido que la MML siga siendo reducto de funcionarios ligados a Castañeda. Tanto que ni siquiera se ha desmontado el andamiaje corrupto del caso COMUNICORE.
Asimismo, Miguel Prialé, el pragmático Gerente Municipal, se ha empecinado en romper los pequeños espacios y débiles lazos que unían a Susana con su núcleo político, social y de base, logrado con tanto esfuerzo en la campaña municipal.
La última renuncia de todos los integrantes del Comité Distrital de Fuerza Social del Rímac, difundido por diversas redes sociales, ante el maltrato de Miguel Priale; y la remoción de algunos funcionarios de confianza, como el Gerente de Participación Vecinal, Gustavo Gutiérrez, integrante del sector progresista y de izquierda de Fuerza Social, nos da un panorama sombrío en la Municipalidad de Lima.
¿Cómo explicar que en tan corto periodo una gestión edil esté en acelerado desgaste político? Las últimas encuestas no le son favorables a la alcaldesa de Lima. Por ello, no haría mal Susana en reconocer que no todo es parte de una campaña orquestada de los medios de comunicación, sino que hay responsabilidades y errores propios.
En esa misma dirección, parte de culpa le toca también a la izquierda histórica. Con una mini bancada en el Concejo Municipal, la izquierda institucional no es, hasta el momento, alternativa para enrumbar o corregir los yerros cada vez más gruesos de la administración edil. Esa posición “fresca” del MNI, de plantear que la izquierda no tiene ninguna responsabilidad en el gobierno de la Municipalidad de Lima y que la gestión es competencia sólo de Susana Villarán y de Fuerza Social, es simplemente evadir responsabilidades públicamente asumidas, por lo que también serán evaluados-juzgados por los millones de electores que también confiaron en ellos.
Reconocer los errores es el primer paso para corregirlos. Es hora ya de que Susana actúe teniendo en cuenta que de su gestión depende, en mucho, la existencia misma de la izquierda como una opción viable para Lima y para el país.
(*) Periodista
Han pasado 6 meses desde que Susana Villarán y Fuerza Social asumieron la dirección de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), y a pesar de este breve tiempo, la percepción general es que la alcaldesa y su administración no hacen obra, que sólo se dedican a actos pomposos y protocolares, y, lo más grave, que la izquierda es un fracaso en la gestión pública.
Esta visión de la gente, deliberadamente generada por varios medios de comunicación, y acompañada por la actitud cómplice de algunos personajes como el cardenal Cipriani o el ex alcalde Castañeda, son también, en gran parte, producto de los errores de Susana y su entorno. Y lo más grave es que, con ello, dan motivos para se melle la confianza en la izquierda, ya que desde esta opción se ganó las elecciones municipales de octubre de 2010.
Pero no es así. Primero, porque la izquierda no gobierna ni administra la MML. La confluencia de partidos y movimientos que llevó a la victoria municipal a Fuerza Social y Susana Villarán se rompió rápidamente, sin haber asumido el mando de la institución edil. Esa debilidad institucional y orgánica ha permitido que la MML siga siendo reducto de funcionarios ligados a Castañeda. Tanto que ni siquiera se ha desmontado el andamiaje corrupto del caso COMUNICORE.
Asimismo, Miguel Prialé, el pragmático Gerente Municipal, se ha empecinado en romper los pequeños espacios y débiles lazos que unían a Susana con su núcleo político, social y de base, logrado con tanto esfuerzo en la campaña municipal.
La última renuncia de todos los integrantes del Comité Distrital de Fuerza Social del Rímac, difundido por diversas redes sociales, ante el maltrato de Miguel Priale; y la remoción de algunos funcionarios de confianza, como el Gerente de Participación Vecinal, Gustavo Gutiérrez, integrante del sector progresista y de izquierda de Fuerza Social, nos da un panorama sombrío en la Municipalidad de Lima.
¿Cómo explicar que en tan corto periodo una gestión edil esté en acelerado desgaste político? Las últimas encuestas no le son favorables a la alcaldesa de Lima. Por ello, no haría mal Susana en reconocer que no todo es parte de una campaña orquestada de los medios de comunicación, sino que hay responsabilidades y errores propios.
En esa misma dirección, parte de culpa le toca también a la izquierda histórica. Con una mini bancada en el Concejo Municipal, la izquierda institucional no es, hasta el momento, alternativa para enrumbar o corregir los yerros cada vez más gruesos de la administración edil. Esa posición “fresca” del MNI, de plantear que la izquierda no tiene ninguna responsabilidad en el gobierno de la Municipalidad de Lima y que la gestión es competencia sólo de Susana Villarán y de Fuerza Social, es simplemente evadir responsabilidades públicamente asumidas, por lo que también serán evaluados-juzgados por los millones de electores que también confiaron en ellos.
Reconocer los errores es el primer paso para corregirlos. Es hora ya de que Susana actúe teniendo en cuenta que de su gestión depende, en mucho, la existencia misma de la izquierda como una opción viable para Lima y para el país.
(*) Periodista
Un tremendo tema de La Sarita, una de las bandas más comprometidas y puncheras con el cambio y la transformación del país.